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El otoño se hizo esperar, pero ha llegado ¡y vaya si ha llegado! Pero no vale quejarse, porque con él ha dado comienzo una de las temporadas que más te gusta (admítelo), la de la caza. 

La mágica y estrecha relación entre elementos como la lluvia, la temperatura, la humedad y la luz propician la llegada de uno de los productos de la temporada otoñal por excelencia: los hongos. 

Verde, púrpura, rosa, amarillo o incluso marrón. Tan variados son los tipos de colores y texturas del higo como las maneras de introducirlo en nuestra rica gastronomía.

Uno de los grandes regalos de la llegada del verano es la amplia y deliciosa oferta de frutas que podemos encontrar y entre las que hay que destacar, sin duda alguna, la cereza. Un fruto que esconde un mundo de intensidad que comienza con su historia.

Seguro que los amantes de la buena mesa, entre los que te incluyes, estarán contentos de que Fagollaga haya contado con este delicioso manjar en la carta de verano. Y no es para menos, pues se trata de un producto local de gran versatilidad.